De todas las corrientes artísticas esta es casí con seguridad la que me lleva al paroxismo contemplativo más absoluto. Utilizar la noción futurista de la revolución industrial como pretexto ornamental para sugerir un concepto resulta magistral. La arquitectura, el grafismo y practicamente todo lo que tiene que ver con este estilo de principios de siglo me parece soberbio. Sus líneas ordenadas, elegantes, funcionales y de caracter modernista nos revelan un sinfin de formas cubistas y simetricas en cantidad de elementos que conducen al hipnotismo. En lo que concierne a la moda, la joyería y los complementos no podría ser menos. En esta época se usaban para practicamente cualquier ocasión adornos para el pelo y los materiales eran los que generaban la diferencia. Nacar, Celuloide, Alabastro, Carey, Plata, Marfil, etc.. el resultado? joyas maravillosas dignas de contemplar. Concretamente las peinecillas realizadas en esa etapa me resultan fascinantes y son un tesoro atemporal. Quedan especialmente bien con moños bajos, melenas onduladas hacia un lado y ondas al agua.